¿Sabías que puedes transformar radicalmente un espacio con sólo cambiar la iluminación?
Aquí te compartimos las claves para que logres ambientes agradables, funcionales y muy bien iluminados.
La luz es un recurso valiosísimo en la decoración de interiores, te ayuda a lograr diferentes escenas incluso en un mismo espacio, a generar volumen, crear diferentes climas, a destacar algún punto y además, claro está, según la calidad y la cantidad adecuada, te ayuda a realizar las actividades cotidianas en cada uno de tus espacios.
1. Ten en cuenta el color de la luz
A la hora de iluminar, en decoración, se utilizan principalmente 3 tipos de color de luz:
Luz neutra: con tonos más naturales e intermedios, es una luz limpia que no altera casi los colores, y muy práctica, pues su función es iluminar espacios grandes de manera agradable y uniforme. Perfecta para sitios donde necesitas mayor cantidad de luz como la cocina, el baño o la luz general de cualquier habitación.
Luz cálida: de tono amarillento, es acogedora, confortable, ideal para sitios donde queremos que la luz no sea tan intensa y así poder mantener el confort visual. La iluminación perfecta para ese rincón en el salón o dormitorio que nos invita a relajarnos después de un día de trabajo.
Luz fría: con tonos blancos y azulados, es menos acogedora y de mayor intensidad, crea atmósferas muy frías y demasiado impersonales, así que se suele utilizar en lugares donde se necesita gran visibilidad como oficinas, hospitales y farmacias, por lo que no te recomendamos este tipo de luz para decorar en casa.
2. Juega con los distintos tipos de luz
Principales tipos de luz que puedes utilizar para decorar tus espacios:
Luz de ambiente: es la base de Iluminación de cualquier ambiente. Esa que necesitamos al entrar en cualquier estancia y que suele estar en el techo. Para este tipo de iluminación puedes utilizar lámparas de techo, focos empotrables y también apliques que estén bien distribuidos por toda la habitación.
Luz de acento: una luz concentrada y puntual que vamos a utilizar para resaltar elementos decorativos o arquitectónicos y así lograr que se vean más especiales, por ejemplo, una planta, un cuadro o quizás una pared de ladrillos. Para lograr este tipo de iluminación utiliza apliques y lámparas de pie o de mesa.
Luz funcional: es la que nos permite realizar una actividad o tarea enfocándose en el espacio que necesitamos como el escritorio, encimera de la cocina, mesa de comedor o nuestro rincón de lectura. Para lograr esto vas a necesitar lámparas de mesa o de pie que emitan la luz en una sola dirección, lámparas de techo con pantallas opacas, tiras de led en el caso de la cocina, flexos, apliques entre otros.
3. Ilumina de forma equilibrada
Utiliza los 3 tipos de luz a la hora de decorar si quieres lograr que tus espacios estén bien iluminados.
Ilumina de forma equilibrada, trata de no dejar zonas de mucha luz o de mucha sombra. Distribuye la luminaria para que se vea balanceada.
Es tu turno, recuerda que sólo con la iluminación adecuada tendrás espacios completamente renovados.